Este era el día en que el Comendador de Alfambra citaba en el castillo a los caballeros y al resto de alfambrinos para que le rindieran cuentas.

A día de hoy, vecinos de Alfambra y visitantes suben al castillo portando antorchas, acompanados por el sonido de tambores y bombos y, una vez arriba, la persona elegida para encarnar al Comendador lee la Encomienda.

Las vestimentas medievales inundan de color las calles; las jaimas se instalan en cada rincón y, además, durante todo el fin de semana podrás disfrutar de danzas, juegos medievales y gastronomía, entre un sinfín de actividades.