Anento

Este pequeño municipio de la provincia de Zaragoza, de poco más de 100 habitantes, maravilla al visitante su casco urbano cuidado, limpio y arreglado; las casas, típicas de pueblo, homogéneas estructuralmente, adornadas con los colores de las tierras del paisaje que las contempla, con sus callejuelas de un marcado estilo medieval.

Situado a los pies de su castillo del siglo XVI, coronado por la ermita de Santa Bárbara y urbanizado en torno a la Iglesia parroquial de San Blas del siglo XIII, se rodea de naturaleza exhuberante y domina, desde el fondo del valle, la comarca del Campo de Daroca.

Rodeado de campos y huertas, que tienen el privilegio de ser regadas por el agua cristalina de su manantial, el Aguallueve.

Uno de los rincones naturales más recónditos y sorprendentes de Aragón, es un escenario de rocas calizas forradas de helechos y musgos producidos por las surgencias de agua que mantienen una laguna de agua clara.

Anento, una joya por descubrir y disfrutar.